A partir la de la publicación del Decreto 48/2014 en el Boletín Oficial, la secretaría de Seguridad, a cargo de Sergio Berni, pasó a ser la dependencia del Gobierno nacional responsable del combate del narcotráfico, antes en manos de la Sedronar, que es ahora dirigida por el cura Juan Carlos Molina.
De esta forma, Berni, que hace tiempo venía mostrando su decisión en el trabajo sobre ese rubro -para combinarlo con las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales-, será el máximo responsable de la lucha contra las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas ilícitas, mientras que Molina quedará específicamente dedicado al trabajo que se disponía a llevar a cabo: la prevención de las adicciones y la asistencia de los adictos.
Al asumir, Molina había dejado claro cuál no iba a ser su trabajo: "Yo no voy a agarrar la escopeta de mi abuelo y salir a perseguir a los carteles", había advertido.
En los últimos días, el religioso había destacado que la Sedronar -previamente comandada por Rafael Bielsa- se encontrada virtualmente paralizada y que se disponía una modificación del rubro técnico en seguridad por el "humano" en el área de prevención y contención.
El cambio de mando en el control de la lucha contra el narcotráfico se produce en medio de las declaraciones de diferentes funcionarios -como el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri- que habían solicitado la participación de las Fuerzas Armadas en esa tarea.