La cumbre organizada por el líder camionero Hugo Moyano y su aliado Luis Barrionuevo para el próximo lunes en Mar del Plata sigue despertando críticas. A los reproches se sumó ayer el jefe de la CGT Antonio Caló, quien señaló que la "unidad del movimiento obrero se hace juntándose y hablando, no por medio de un asado".
El jefe de los metalúrgicos también se refirió de forma irónica a la mediática convocatoria esbozada desde el moyanismo. "A mí nadie me invitó a ningún asado. No me gusta el asado, me gusta el pescado", afirmó el sindicalista, quien aseguró que el diálogo con el gobierno es "permanente, a veces trasciende, otras veces no".
El líder de la central también hizo referencia a la coyuntura económica actual, y criticó a quienes plantean escenarios "incendiarios". "Según algunos parece que el país se está incendiando, plantean un apocalipsis que realmente no existe", indicó el dirigente gremial.