El papa Francisco pidió hoy acabar con "los mercaderes de carne humana que quieren esclavizar a los inmigrantes y refugiados", en alusión al Día Internacional del Inmigrante, celebrado ayer. Bergoglio agradeció a "todos aquellos que trabajan con los inmigrantes para defenderlos de los que el Beato Scalabrini denominó `mercaderes de carne humana`".
"En estos momentos pensamos en tantos refugiados, en su sufrimiento, su vida, sin trabajo y sin documentos", recordó el pontífice para, después, pedir a la gente que abarrotó como cada domingo la plaza de San Pedro, dirigir una oración hacia estas personas que "viven situaciones graves y difíciles".
A ellos, a las personas que padecen esta situación, el papa instó a dar constancia de "los valores de sus culturas de origen" y "a vivir en paz en los países que les acogen".
Además, el sumo pontífice saludó desde la ventana a varias comunidades étnicas romanas que acudieron a escuchar sus palabras.