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El primer tiempo fue un concierto de patadas, y terminó con cinco amonestados por parte de Central, tres en Olimpo y con Quiroga expulsado por doble amarilla. Las condiciones del campo de juego con la cantidad de agua caída conspiraban para jugar por abajo y las dimensiones reducidas de la cancha, hacen que la marca siempre esté encima.
De fútbol poco y nada, apenas un tiro libre de Donatti bien desviado por el arquero local. Central no pudo aprovechar jugar 45' minutos con un hombre de más, entró en el juego de Olimpo y se dedicó a responder con violencia la propuesta de pierna fuerte del aurinegro.
Pitana quedó condicionado por la temprana expulsión de Quiroga. El ex Newell's metió dos violentas patadas antes de ser advertido, en un agarrón posterior fue amonestado y en la quinta acción violenta vio la roja, cuando apenas se jugaban 15´.
Los de Coudet no pudieron hacer notar nunca la diferencia, intentaron desbordar siempre por la derecha, donde en peores condiciones estaba la cancha. Fue una etapa chata, anodina y mal jugada, y un presagio que en el segundo no quedarían 11 contra 10.
En la segunda mitad las acciones bélicas le dejaron lugar al fútbol, poco por cierto. Central siguió monopolizando el balón, pero no supo que hacer con él. Cervi y Lo Celso se debatían contra toda la pared defensiva plantada para aguantar. Ruben y Herrera no se mostraban como opciones, y el canalla se repetía en su impotencia ofensiva.
Para sorpresa de todos, Olimpo se puso en ventaja mediante un cabezazo de Figal, tras un centro de Parmisani. Tras un centro de Lo Celso, Ruben empató también de cabeza, cambiándole el palo al arquero.
Central fue en busca de algo más, pero a pesar de jugar 75' minutos con un hombre más, nunca fue superior. Casi sobre el final, en una jugada confusa, Pitana expulsó a Musto sin que se observe falta del mediocampista. Central desperdició una gran posibilidad de ganar un partido que se le presentó favorable desde el principio con la expulsión de Quiroga.
El elenco auriazul mostró una cara parecida a la última presentación con Sarmiento. Luce agotado, falto de ideas, sin sorpresa y con algunas figuras en bajos rendimientos. Herrera no es Larrondo, se extraña lo que juega y hace jugar el mendocino en ataque. Villagra tiene quizás menos marca que Pablo Álvarez, pero mejor proyección y le da salida por izquierda, una variante a las repetidas subidas de Salazar por derecha. Cervi es más ofensivo que Fernández, pero a su vez más individualista y casi siempre intenta terminar las jugadas él.
Si bien quedó un punto arriba, Godoy Cruz tendrá la chance de sacarle dos de ventaja si el domingo vence a Vélez en el Amalfitani.
