Hace pocos meses, cuando su CEO Isela Costantini se sentó en el sillón de mando de la empresa, se hicieron las previsiones. Con lápiz rojo se anotó un número: 15.000 millones de pesos, algo así como 1000 millones de dólares. Esa era el monto que se necesitaría para continuar con la operación tal como la había dejado Mariano Recalde.
Fue entonces cuando en las primeras semanas se sucedieron varias y variadas reuniones entre el staff gerencial y los gremios. Se acordó un plan de acción y el resultado fueron los 420 millones de dólares de subsidios en el año. Entre otras cosas, la empresa ya dejó entrever que apostará por los vuelos de cabotaje con una fuerte presencia en plazas como Córdoba o Rosario.