La medida, anunciada hace unos diez días por el gobernador Cornejo, en el marco de la final del Mundial de Sommeliers que se realizó en Mendoza, busca "impulsar las economías regionales, contribuyendo al posicionamiento y competitividad de la actividad vitivinícola".
En sus considerandos, la norma explica que "la citada exclusión ha propiciado un importante desarrollo en el sector, lo cual se ha visto reflejado en el crecimiento sostenido de la cantidad de litros despachados al mercado interno de vinos espumantes así como de las bodegas fraccionadoras participantes en dicho proceso". Los actores de la industria vitivinícola habían advertido sobre el impacto económico negativo y el perjuicio que hubiera desencadenado el pago del gravamen (12%) por el sector.