Las entidades mantienen desde hace tiempo sus reclamos para que se las autorice a cobrar precios más altos: argumentan que en los últimos años pudieron aplicar subas inferiores al incremento de los costos, mientras que en forma reciente se sumaron dos factores: la devaluación que, según algunas estimaciones, habría incidido en un alza del 10% del costo total y el ajuste de tarifas de servicios.
Por otra parte, los pagos al personal representan alrededor de 60% del total de erogaciones, y si bien no se cerraron aún las paritarias del año, ya se estima que la recomposición de los ingresos estaría entre el 32 y el 35% podría darse por etapas.