Las 11 pilas de marfil que se quemaron este sábado en el Parque Nacional de Nairobi equivalen a 6.700 elefantes y rinocerontes que fueron asesinados en Kenia para vender sus colmillos y cuernos en un mercado negro que exporta principalmente a China, Tailandia y Vietnam. Además se sumaron muebles y esculturas del mismo material.
"El creciente valor del comercio de marfil ha provocado una matanza en África Central. Con la destrucción de este marfil, estamos diciendo que nuestro patrimonio nacional no puede ser vendido por dinero", expresó el presidente keniata.
La quema se produjo al final de la cumbre "The Giants Club", donde se reunieron presidentes africanos, científicos y especialistas para tratar la temática del tráfico de marfil. En 2015 hubo un acto similar en el que se prendieron fuego 15 toneladas de cuernos y colmillos. Ese mismo año se registraron 96 muertes de elefantes a manos de cazadores furtivos en Kenia, donde hay una población de 35 mil de esos paquidermos.