La primera mitad mostró a un Central intentando imponer condiciones, haciendo descansar la pelota en los pies de Lo Celso y Becker y buscando por afuera por derecha con la subida de Ferrari y Delgado, y por izquierda con centro de Jonás Aguirre. Gimnasia apostaba a la pelota parada, con la altura de Rasich y el desborde Niell. Rinaudo metiendo en el medio y Oreja ordenando el fondo.
El canalla fue un poco más, pero no le bastó para desnivelar al conjunto de Alfaro. Bologna tuvo un par de intervenciones que le impidieron al local ponerse en ventaja, aunque ninguna clara. Por el otro lado Sosa pasó bastante inadvertido, y mostró algunas dudas para salir a cortar los centros que llegaban y lo encontraban siempre bajo los tres palos.
Lo tuvo Oliver Benítez de cabeza y tras un tiro de esquina Lo Celso despejó en la línea cuando el arquero Sosa estaba vencido. El local respondió con un disparo del mismo volante zurdo pero Enrique Bologna despejó por encima del travesaño.
Fue el Canalla otra vez a los 15 y tras un mal despeje debió entrar en acción nuevamente Bologna para ahogarle el grito a Protti. El mismo arquero albiazul volvió a responder a los 24, tras un buen tiro libre de Colman.
La segunda mitad fue chata y bastante aburrida, se prestaron la pelota y el juego se hizo entrecortado. Entre lesiones, cambios e infracciones casi se fue el tiempo de jugar. Sólo un violento disparo de Delgado desde afura del área y con destino de gol sacudió la modorra de la tarde en Arroyito.
Pero a tan solo 10' del final, Gimnasia encontró un gol por el que había hecho muy poco durante toda la tarde. El ingresado Castillón lanzó un centro desde la derecha y Contín la mandó de volea al fondo del arco defendido por Sosa, que nada pudo hacer a pesar de su estirada. Sin merecerlo, y sin hacer más que su rival. el Lobo se llevó tres puntos de Rosario, quizás más de lo que vino a buscar.