Los datos se desprenden del último informe del Instituto de Investigaciones Económicas de (Fisfe), el cual no obstante marcó una mejora acumulada del 1,1% interanual.
Aquellas actividades que mostraron signos positivos fueron elaboración de carne bovina y porcina, industria láctea y siderúrgica. Pese al repunte de estos rubros, el cuadro general es negativo desde comienzos de año. En marzo y abril, Fisfe ya advertía por la desaceleración de la actividad provocada por los tarifazos.
A esto se sumó una la devaluación del 40% en dos meses, la suba interanual de precios mayoristas del 41,9%, la caída del consumo y la menor cosecha por la sequía. A esto se sumó un incremento interanual del 22,7% en el valor de las importaciones, y un encarecimiento de las tasas de interés de los préstamos para pymes, lo que afectó el desenvolvimiento productivo y la demanda de bienes de consumo e inversión.
“Se evidencian fuertes incrementos de costos de producción en la industria manufacturera y un notorio deterioro de sus precios relativos con efecto perjudicial sobre su nivel de actividad, rentabilidad y viabilidad empresarial”, indica el trabajo.