La suba del dólar a fines de agosto volvió a empujar los precios, que desde la devaluación de mayo y hasta ese momento los fabricantes fueron ajustando en forma gradual. Pero un 25% de suba del dólar en dos días (del 28 al 30 de agosto) generó múltiples problemas al sector: “El gradualismo perdió la batalla; estaban acomodados a $ 27 el dólar, buscaban ir a $ 30 y algo, pero a fines de agosto hubo un shock y se acomodaron más cerca de $ 40”, explicó una fuente.
Las ventas están casi paralizadas también por las altas tasas, en un sector donde más del 70% de las ventas se financian en cuotas. “Afectan a los créditos: son más caros para el consumidor. Pero también pesan en el stock, porque es más caro mantenerlo. Y eso empuja los precios a la baja”, explicó Nicolás Obejero, director Comercial de Garbarino.