Admitió que el teniente de Fragata, Rolando Conci, su superior de la Base Naval de Mar del Plata, lo presionó para que borrara del libro de guardia tres intentos de comunicación que consideraba provenían de la nave que desapareció el 15 de noviembre de 2017 y que se habrían producido tras la supuesta explosión.
Según relató, el día que desapareció la nave anotó en el libro de partes diarios, de la Estación Auxiliar de la Base Naval Mar del Plata, el registro de los intentos de comunicación que captó y se retiró de su puesto cuando sin saber que no encontraban al ARA San Juan.
Después se tomó dos días de franco y volvió a trabajar el 18 de noviembre, cuando decidió registrar formalmente la anotación. El marino habría manifestado que el 20 de noviembre de 2017, Conci lo presionó para que borrara de los registros sin explicarle los motivos pero que se negó a adulterar el libro de guardia. Dijo además, que algunos de sus superiores enmendaron un acta sobre sus anotaciones y le exigieron que las rectificara.