Las dimisiones, que llegaron menos de un día después de que el gabinete apoyara de manera “colectiva” el borrador del acuerdo, debilitan al máximo a May y envalentonan a sus rivales pro-Brexit de su propio Partido Conservador, donde ya se discute un proceso para desbancarla.
“No puedo apoyar plenamente las condiciones propuestas para nuestro acuerdo con la UE”, escribió en su carta de renuncia el ministro para el Brexit, Dominic Raab. Raab, que accedió al puesto tras la renuncia de David Davis en julio pasado, fue el responsable del último tramo de las negociaciones con la Comisión Europea, y hasta ahora había apoyado el plan de May.
“No puedo reconciliar los términos del acuerdo propuesto con las promesas que hicimos al país” de que se respetaría el resultado del referéndum popular de 2016 en el que se aprobó el Brexit, agregó. La ministra de Trabajo y Pensiones, Esther McVey, pegó el portazo poco después de Raab, quien en su carta de renuncia dijo que “no es bueno tratar de fingir que este acuerdo honra el resultado del referéndum cuando es obvio para todos que no lo hace”.