Asimismo, disparó que "la social democracia y el Estado de bienestar" (caracterización político-económica que tuvo el período 2003-2015) también son "construcciones políticas del capitalismo".
"Antes había que comprar en la semana porque el fin de semana eran colas y colas de gente en los supermercados. Hoy están vacíos, y muchas empresas reestructuran su operación. Esto es el resultado de tres años de neoliberalismo", expresó en relación al período macrista que comenzó en diciembre de 2015.
Y añadió: "No hace falta ponerse a discutir en números la pobreza. Desafío a quienes vienen a Buenos Aires a que recuerden cuándo vieron tantas familias en la calle". Además, puso en duda la legitimidad de las políticas de Cambiemos: "Acá no hubo contrato social con el neoliberalismo. ¿Hay lugar para políticas que no fueron elegidas por nadie? Podrán decir que tuvieron elecciones de medio término (...) pero hubo una distorsión de la lectura... con blindaje mediático... si sumamos a las dos listas que fuimos separadas, me parece que el gobierno debió haber tomado esas elecciones no como una confirmación sino como un alerta después de dos años de gobierno".
Sobre ello, se refirió al blindaje mediático que tiene la gestión de Mauricio Macri: "Tiene un problema; te ayuda, pero te confunde de tal manera que, cuando todo aparece, aparece de golpe y sin que pueda ser controlado. En algún momento la tapa de la olla vuela", señaló.
Cristina también se permitió tiempo para algunas ironías del tipo "los gatos son todos gatos, las yeguas son todas yeguas", frase que arrancó risas y aplausos. "Hay que dejar de pensar en izquierda y derecha y acuñar una nueva categoría. Debemos acuñar una nueva categoría de frente social, cívico, patriótico en el que se unen todas las categorías del neoliberalismo. No puede ser la división entre los que rezan y los que no rezan, división que no es nacional ni popular; un lujo que no nos podemos permitir", apuntó y fue más allá: "En nuestro espacio hay pañuelos verdes y también pañuelos celestes. Hay que aceptar", dijo.
"La calle sigue siendo el escenario de la politica y de las grandes transformaciones del país", resumió a modo de cierre, tras lo cual agregó que llevaba puesta una camisa que le reglaron empleadas de una firma que quebró en los últimos meses."Esta camisa que llevo puesta es de una fábrica que ya cerró, se llamaba Chocolate. Me la regalaron cuatro pibas que acababan de perder el trabajo pero estaban agradecidas con mi gobierno. ¿Cómo no creer en la solidaridad y el amor?".