En el caso del hombre de 71 años, la familia ya había presentado en septiembre toda la documentación que certifica que se trata de una persona en situación de vulnerabilidad social y económica, que no puede hacer frente a los continuos y desmedidos incrementos tarifarios. Este trámite era el que pedía la Justicia para impedir el corte del servicio básico.
Sin embargo, a Litoral Gas poco le importó, y le envió una intimación de pago por un enorme monto. “El hombre entró en un estado de crisis emocional terrible porque necesita el gas. Entonces se pregunta si lo paga o come”, indicó el abogado de la Multisectorial contra el Tarifazo, Juan Alcaraz. A Edith, otra mujer que cobra la mínima, le llegó una factura de $4.000. Aseguró que tuvo que dejar de comer carne y yogurt para poder hacerle frente.