Ante la falta de legislación en la materia, y en el marco de críticas por presunta “competencia desleal” de los cadetes tradicionales, y escasa protección a los trabajadores, el Concejo Municipal convocó a los representantes de las apps para comenzar a analizar una regulación.
Una de las de mayor crecimiento en su corta estadía en la ciudad es Rappi, que en poco más de un mes y medio incorporó 700 repartidores en Rosario, abrió una oficina céntrica y ya planea una segunda en la zona de Fisherton. Lucas Asad, líder de Expansión de Rappi Argentina, planteó que no tendrían inconvenientes en adaptarse a una futura normativa, e incluso planteó la posibilidad de realizar inversiones. están analizando invertir u$s1,9 millones en los próximos 12 meses.
“Esto se verá materializado en la constitución de equipos para soporte, desarrollo de software, lanzamiento en la vía pública y una nueva oficina en Fisherton, que se sumará a la de tres pisos que tenemos en el Catamarca al 2000. “Pensamos para fines de año próximo tener un equipo de 30 empleados en estas oficinas”, adelantó y añadió que ya disponen de 15.