El Gobierno nacional no reconoce de manera oficial la forma de comunicarse que se impone entre los adolescentes: el lenguaje inclusivo. En el Poder Ejecutivo se amparan en lo establecido por la Real Academia Española (RAE), que le niega entidad.
El ministro de Educación nacional, Alejandro Finocchiaro, dijo: “Es un tema todavía muy incipiente que tiene que ver con la utilización de algunos mensajes de colectivos como reacción a otras situaciones”.
El funcionario analizó que antes de avanzar con la “e”, algunos sectores de la sociedad intentaron con la “x” y con el arroba. Se cambiaban letras que les daban noción de género a las palabras.
“La realidad es que el idioma es algo que sucede y es dinámico y móvil. Nosotros no hablamos el castellano que hablaban nuestros abuelos, y ellos tampoco lo hacían como Cervantes”, analizó el funcionario.