Durante el año pasado la crisis laboral se agudizó notablemente en Rosario y como consecuencia arrojó que el gremio de vendedores ambulantes haya aumentado “más de un 30% en 2018”, aseguró el titular de la Cámara que los nuclea, Alberto Riba.
“Personas que fueron despedidas o no encuentran trabajo se volcaron a nuestro rubro porque es una forma de sobrevivir, juntar unos mangos para lograr llevar el pan a la casa”, explicó.
En la calle es visible el aumento de vendedores ambulantes que se incorporaron a la modalidad en el último tiempo y que están ofreciendo diferentes tipos de productos.
Están en la zona del microcentro, donde saben que el mayor poder adquisitivo y la actividad comercial se pasea todos los días.
Según estima Alberto Riba en Rosario “puede haber unos 45 mil” trabajadores callejeros tratando de ganarse el pan dignamente.