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En el debut del Loncho Ferrari como técnico Rosario Central no pudo ser peor. Hoy jugó un primer tiempo espantoso al punto que fue superado rival, que marcha en el último puesto del Federal B. El elenco auriazul no logró hacerse nunca del balón se pasó la mayoría del tiempo corriendo detrás de la pelota y reventando el esférico sin sentido a campo contrario, donde Riaño no logró bajar una sola pelota.
Sol de Mayo había avisado por intermedio de Galván y había puesto en aprietos al Ledesma pero no le alcanzaba para marcar la diferencia, algo que consiguió casi sobre el final de la primera tras un lateral, llegó un centro desde la izquierda y Reyes anticipa la defensa para poner el 1 a 0.
Si bien el equipo de Ferrari tuvo algunos debut de jugadores como Palavecino el ingreso de Ojeda o Nico Giménez, un marcador central de poca experiencia, el resto de los jugadores ya alternado varias veces en primera división en mayor o menor medida, y cuesta cuesta creer que no pueda marcar diferencias contra un equipo tan inferior. Sin embargo eso sucedió durante casi todo el encuentro, nunca se notó la diferencia de categoría.
En el comienzo del segundo, Ferrari movió el banco y envió al chaqueño Herrera a la cancha, que enseguida empezó a exigir y con dos delanteros, Central tenía otra postura en la cancha.
Sin embargo, tras un centro Malacarne puso la cabeza antes que Cabezas y marcó el 2 a 0. Un viejo pero siempre vigente adagio del fútbol dice que es el peor resultado y hoy se cumplió. Herrera se puso el equipo al hombro y en un par de minutos habilitó dos veces a Riaño para marcar el empate y soñar.
Lo que parecía una noche negra hasta ese momento parecía cambiar, después del empate Central se pareció más a un equipo de primera división y terminó siendo superior y hasta pudo marcar el tercero a las atropelladas, pero se fueron a los penales, donde Herrera estrelló la pelota en el travesaño y Becker la mandó un par de metros sobre el travesaño para hacer delirar de alegría a los locos lindos que recorrieron más de mil kilómetros para ver a su equipo en una nueva fase de la Copa Argentina.
El Loncho tendrá que buscar una bruja, ya no basta con el cambio de técnico. Central no le gana a nadie, ponga lo que ponga en cancha, no tiene rebeldía, mucho menos juego ni vergüenza deportiva. Salvo Herrera que tuvo la mala suerte de estrellar su penal contra el travesaño, los demás jugadores parecería jugar con el freno de mano puesto. Nadie desborda, nadie la pide, nadie se muestra, nadie se hace cargo del equipo y el futuro preocupa y mucho.
El sábado deberá recibir a Belgrano buscando en Arroyito una victoria importergable por la Superliga, donde lo apremia el promedio. Se le lesionaron Caruzzo y Parot, dos defensores titulares y faltarán algunos partidos.Su coterráneo, Jarlan Barrera mostró otra vez no estar a la altura, no logró crear juego nunca, perdió la pelota cada vez que se la dieron, ni ganas de jugar al fútbol parecía tener. Cabezas será titular, y eso es otro motivo de duda, el colombiano se mostró lento e indeciso con la pelota.
Muchos reclamaban la presencia de Ojeda en la mitad de la cancha, pero el pibe no mostró virtudes hoy para ser titular, es cierto era el único cinco de marca, pero perdió mucho más de lo que perdió, incluso en los mano a mano. Al menos Riaño se sacó la mufa, y tras jugar un primer tiempo para el olvido, gracias a la generosidad de Herrera logró marcar sus primeros tantos con la camiseta auriazul.
