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El primer tiempo fue muy chato, sin emociones para los arcos, con San Lorenzo teniendo algo más la pelota, pero en zona defensiva. Central intentó por intermedio de Vergara, que tuvo tres ocasiones, pero ninguna fue dentro de la valla "defendida" por Torrico, que fue un espectador más que sacaba saques de arco de vez en cuando.
Central se repetía, con las subidas de Parot por izquierda, pero los buenos centros del chileno no tenían como destino ninguna cabeza de jugadores canallas. Zampedri y Herrera aparecieron aislados, nunca llegaron a anticipar a los defensores y cada intento moría en los pies de los azulgranas.
Un tiro libre de Gil exigió algo a Torrico, en la que podría decirse fue la única situación clara, o que al menos iba al arco. Rinaudo y Gil ganaron bastante en el medio pero no tenía destinatarios para el balón, alguna subida intrascendente de Molina y poco más un Camacho desconocido y la defensa mostrando firmeza.
Es cierto que el visitante arriesgó muy poco, parecía conformarse con la igualdad desde el minuto 0, Loaiza pateó pasados los 40' desde afuera del área varios metros arriba, si eso podría decirse que fue una situación de gol, Ledesma ni siquiera levantó sus brazos para asegurarse que se fuera a por encima de travesaño.
San Lorenzo puso a Fértoli en la segunda mitad y al menos en lo posicional se adueñó de la primera parte de la segunda etapa, tenía la pelota sin generar demasiado. A Central no le sale nada desde hace rato, el plantel está acostumbrado a perder, y ante el menor contratiempo se cae a pedazos.
Herrera dejó su lugar extenuado, ingresó Becker que nada aportó. Lovera reemplazó a Vergara, pero no gravitó. Ortigoza, que ingresó faltando veinte fue lo más claro que tuvo el elenco auriazul. El Gordo puso una pelota por atrás del último defensor, Zampedri ganó la posición y sacó un violento derechazo con destino de gol que Torrico logró desviar al córner.
En la última jugada del parido, San Lorenzo salió de contra, Central quedó mal parado, y el azulgrana se llevó una victoria agónica del Gigante por la que no hizo demasiado. Central mejoró en líneas generales, pero volvió a caer por su propia impericia y no por méritos del rival.
