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En un encuentro correspondiente a la fecha 21 de la Superliga Argentina de Fútbol, el Canalla y el Pirata repartieron puntos en un pobre partido en Arroyito. El equipo auriazul acumula ocho presentaciones sin victorias, no sumó de a tres en lo que va del año y el rendimiento dentro de la cancha es cada vez peor.
En medio de un clima enrarecido e incluso con menor público del habitual, el debut del Loncho Ferrari en el Gigante de Arroyito, Central repitió esquema y errores del equipo de Bauza por lo tanto, en la primera etapa jugó tan mal como lo hacía que el equipo del Patón.
Jugando con cuatro defensores, cinco volantes y Herrera batallando contra toda la defensa, en la primera etapa, todo se hizo previsible. Ortigoza se cansó de perder pelotas y poner en riesgo el arco auriazul con todo el visitante lanzado al ataque. En este Central, Rinaudo juega demasiado atrás casi metido entre los centrales y no tiene protagonismo. Gil alternó buenas y malas, siendo más estas últimas.
Sin los desbordes de Camacho ni Aguirre, que nunca lograron pasar al ataque, el elenco local hizo todo en cámara lenta, sin sorpresa, apelando a centros que siempre terminaban en las manos del arquero.
Belgrano que se está jugando el descenso, llegó a Rosario con una actitud pasiva, por su propia incapacidad para generar y otro por pura mezquindad. Ni siquiera aprovecharon la improvisada y endeble defensa canalla para atacarlo. Hasta se dieron el lujo de hacer tiempo buscando que pasen los minutos, algo que en realidad no le sirve por estar demasiado comprometido peleando por la permanencia.
La única jugada ofensiva auriazul la protagonizó Gil, tras una asistencia de Camacho que con un remate seco y abajo exigió la estirada de Rigamonti. Belgrano apenas pateó una vez desde afuera del área por intermedio de Lértora, desde afuera del área, muy poco para una primera etapa para olvidar.
Tras los primeros quince de la segunda etapa, en lo que no pasó absolutamente nada Ferrari movió el banco se animó a sacar al Gordo y Camacho, dispuso los ingresos de Vergara y Raiño. Empezó a tener algo más de juego, pero Central empujó con más ganas que fútbol.
El colo Gil sacó un remate cruzado desde afuera del área que se fue bastante cerca. Almada cabeceó en el área chica, pero Rigamonti se la quedó en las manos. Tras un centro de Rinaudo, Riaño, que reemplazó a Herrera, estampó de cabeza y su remate se fue lamiendo el palo.
Gudiño tuvo la apertura del marcador sobre los 43 minutos, pero Ledesma sacó la primera llegada de Belgrano en todo el partido. Empataron, no se sacaron ventajas, pero no le sirve a ninguno de los dos.
Central debe enfocarse en la Superliga, a pesar de tener compromiso internacional en la semana. No debe mirar más allá del partido en Mendoza ante Godoy Cruz del próximo sábado, ya que la necesidad de sumar de a tres en el torneo local es cada vez más necesaria. De lo contrario, su futuro en la máxima categoría estará complicado, en un presente ya preocupante.
