La parada obligatoria del final del recorrido matutino de la antorcha fue junto a uno de los rosarinos más queridos y apasionado del deporte: Guazú se acercó a la estatua del Negro Fontanarrosa ubicada en las calles San Martín entre San Luis y San Juan para capturar un momento que quedará para el recuerdo.
Además, hubo un paso por la Plaza Pringles, donde decenas de comerciantes del Paseo Comercial a Cielo Abierto del Siglo acompañaron a la antorcha.