Indicó que cuando se da esta situación, lo que sucede es que se recurre a una pensión o albergue, regresan a sus pueblos, por lo tanto, muchos dejan de estudiar. Otros prefieren mudarse con más personas para compartir gastos y alivianar la carga económica de la familia.
“Estamos en un momento económico donde la situación se sigue agudizando y va a ser un trastorno tanto para el inquilino como el propietario”, manifestó el referente de los inquilinos.
Señaló que el hecho de mantener una propiedad vacía genera grandes costos: “Dar de alta un medido de gas hoy es un trámite caro, y también deben sumarse las expensas, sostener un departamento vacío hoy es un dolor de cabeza”.