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La principal candidata, que lidera toda las encuestas, la líder de la oposición dio un paso al costado que sacudió las entrañas mismas del poder. Habrá qué ver en un futuro la transferencia de votos entre Fernández y Fernández, que rememora de alguna forma aquella vieja fórmula Justicialista del año 73', de Perón - Perón.
En principio Alberto sumaría casi todos los votos de Cristina que empujaría desde atrás y en los papeles tendría mayor llegada para tejer acuerdos con algunos otros sectores del peronismo no kirchnerista. Algún analista incluso piensa qué la jugada va más allá que la fórmula Perón - Perón y Cristina intenta rememorar a Cámpora, aquel mandatario efímero que dio paso al regreso el general.
El Gobierno, se quedó de repente sin la máxima referencia dónde disparar sus dardos confrontativos y eso corre que alguna el eje de la discusión. El Peronismo Federal que se aprestaba a intentar una fórmula con el radicalismo, que a su vez intentaba huir de la huestes de Cambiemos preanunciando una derrota segura, ahora tendrá nuevo tema de discusión sobre la mesa.
Una cuestión a tener en cuenta es la amistad que une al ungido Alberto Fernández con Sergio Massa, el líder del Frente Renovador y hay que recordar que el economista Roberto Lavagna formó parte del mismo equipo que conducía Néstor Kirchner y del cual Alberto, era el jefe de gabinete.
Cristina no se corrió del escenario político, eso estaría en contra de su propia condición, apenas dio un paso al costado posponiendo su deseo de volver a la presidencia. Cualquiera que la conozca sabe que es un estadista y que por su mente habrá pasado la idea de postularse. En la semana fue a la sede del PJ, después de 15 años un signo inocultable que jugaba.
Probablemente analizó que sin posibilidades ciertas de unir al peronismo, en una hipotética segunda vuelta electoral, sus índices de rechazo podían ser muy elevados. También habrá jugado en contra el escenario internacional, donde claramente Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional están jugando a favor del Gobierno.
Incluso ayer, el hijo de Bolsonaro, el ultraderechista presidente de Brasil, de visita en Argentina y junto a Macri había deslizado qué, de ganar Cristina Kirchner las próximas elecciones, las relaciones con Argentina serían sólo formales.A nadie le escapa que el gigante sudamericano es el principal socio comercial de la Argentina y uno de los motores más importantes dónde debería basarse la esperada recuperación económica.
Cristina ya movió el tablero ahora le toca al oficialismo, que se quedó sin el principal objetivo a la hora de confrontar. Por estos momentos debe decidir si finalmente Mauricio Macri encabezará la fórmula presidencial y acompañado de quién. Si alguno en el Gobierno pensaba disfrutar del fin de semana en tranquilidad, seguramente se le habrán alterado los planes. Abundarán las reuniones, los llamados telefónicos, los tiempos se acortaran aún más, tras la decisión de la ex mandataria de correrse, algo, del escenario electoral, Sinceramente.
Fernando Viglierchio
(Especial para RosariNoticias)
