“Cuando nosotros tomamos la decisión en la convención de Gualeguaychú nosotros íbamos por las dos reglas de oro de la democracia. La primera era el equilibrio y el control del poder, que estaba desbalanceado en la Argentina, y la segunda, la posibilidad de garantizar la alternancia del ejercicio del poder".
"Recordemos que la última elección presidencial en aquel momento, antes, había sido Cristina Fernández de Kirchner con el 54% y segundo Hermes Binner, candidato del partido socialista, con 17. Eso había traído una correlación de fuerzas que se expresó en el parlamento, que era abrumadora para un partido. Eso generaba un situación de desbalance”, comentó.