La dura derrota ante el candidato del Frente de Todos, Axel Kicillof (que quedará con 52% en el escrutinio definitivo, frente al 34%) enojó a Vidal y a su equipo y los decidió a despegarse de la estrategia nacional, aunque evitando la ruptura formal.
La gobernadora centrará su campaña de cara a los comicios de octubre en la provincia de Buenos Aires, donde además de adoptar medidas de alivio económico también tratará de mostrar el espíritu de “escucha” frente al mensaje de la urnas que quiso exhibir en la conferencia de prensa del lunes posterior a los comicios.
Un operador del PRO bonaerense deslizó que, si bien no esperan dar vuelta el contundente resultado de las primarias, no se descarta un “rebote” en el caudal de votos que obtuvo la gobernadora, al tiempo que señaló que “sigue siendo la dirigente con la imagen positiva más alta del país”.