Temer (2016-19), quien este año fue detenido en dos ocasiones por corrupción, afirmó que nunca apoyó el “golpe” contra Rousseff (2011-16).
El Congreso brasileño abrió un juicio político contra la presidenta en 2016 debido a maniobras irregulares para cuadrar las cuentas públicas. Tras su salida, la entonces mandataria fue sustituida en el cargo por Temer, quien era su vicepresidente.
El ex presidente, de 78 años, se defendió anoche de las acusaciones vertidas contra él, quien, todavía en su condición de vicepresidente, fue uno de los articuladores del juicio político que despojó del poder a Rousseff.
“Yo no podría articular un golpe porque llegaría muy mal al gobierno”, señaló Temer durante la entrevista televisiva, reseñó la agencia de noticias EFE.