Contín levanta su puño tras convertir el 1-0 para el Lobo |
La crónica perfectamente podría dividirse en dos etapas. La primera, a pura felicidad, con Diego Armando Maradona pisando nuevamente el Coloso Marcelo Bielsa, llevándose mucho más que una ovación. La totalidad del estadio se arrodilló a los pies del Diez, que agradeció emocionado los aplausos, cánticos y gestos de gratitud para con su persona, como así también cada uno de los objetos que le fueron entregados, y el saludo de ex jugadores, ex compañeros, que dijeron presente en el verde césped. La segunda parte, un nefasto partido desde lo colectivo, poco creíble para un equipo dirigido por Frank Kudelka, que sacudió el ánimo de los presentes.
El primer tiempo evidenció quién tuvo siempre la iniciativa. Newell´s, sin volumen de juego, pero con demasiado empuje, generó más situaciones de juego que la visita, dependiendo demasiado de la pelota parada, con gran cantidad de tiros de esquina, con Lema y Gentiletti saliendo gananciosos con balones aéreos. Pero ninguna de esas chances, pudo vulnerar a Alexis Martín Arias, cosa que posteriormente lo pagaría caro.
Es que en el embrollo que propuso Gimnasia en el medio, la idea de batallar el partido, le quedó siempre más cómodo a quien menos armas tiene. Así la visita, cuando a su juego lo llamaron, aprovechó una falla de Lema en defensa, y Leandro Nicolás Contín, disparó de media distancia, favorecido por un rebote en Gentiletti, para que la pelota termine al fondo de la red.
Antes del inicio del complemento, Kudelka tomó nota de la falta de juego prolijo en la zona media, y se decidió por el ingreso de Mauro Formica en lugar de Denis Rodríguez, de pobre tarea en sus 45 minutos en cancha. Pese a la variante, y la idea de lavar la imagen del equipo, no pareció resultar, ya que el rojinegro salió dormido al segundo tiempo, y Gimnasia aprovechó como pocas veces en lo que va de la Superliga.
En diez minutos increíbles, la Lepra fue un desconcierto. Previo al segundo gol de los dirigidos por Maradona, el fondo rojinegro justificó todo lo que vendría luego. En dos ocasiones, salvó la ropa de casualidad, hasta que a los 4 de la segunda parte, en un desborde por la derecha, un centro rasante terminó en los pies de Maximiliano Caire, que sorprendiendo por el medio, como en el patio de su casa, ingresó al área, y definió para el 2 a 0. Pero la angustia no terminaría allí.
Un minuto luego, Contín quedó sólo, Aguerre tapó su remate, pero el arquero leproso no pudo con todo, y en el rebote, Horacio Tijanovich ingresó sólo para el 3 a 0. El asombro fue aún mayor, cuando la visita siguió volcado en la faz ofensiva, y en la ejecución de un córner, Matías García pateó al arco intentando un gol olímpico, que con complicidad de Lucas Albertengo que no pudo frenar la trayectoria de la pelota, el Lobo logró un 4 a 0 que no figuraba ni en los papeles del más optimista de los colaboradores del Diego.
De allí en más, tal vez por la abultada distancia, tal vez por el golpe anímico que generan cuatro goles recibidos, pero sobre todo por la falta de ideas, Newell´s no generó situaciones de gol. Es más, las pocas situaciones aisladas, fueron del Tripero, que se animó empujado por las circunstancias a buscar aún más, por suerte para el local, sin lograrlo.
Es cierto que el 4 a 0 fue abultado, pero el triunfo es un premio merecido para el único elenco que lo buscó desde el arranque del duelo, y que le da el golpe más duro a la Lepra desde que Kudelka es su entrenador.