La licencia en aguas cercanas al archipiélago, cuya soberanía reivindica la Argentina, había sido otorgada en mayo de 2013, luego de dos campañas de perforación continua alrededor de las Malvinas. Esos trabajos comenzaron en febrero de 2010 y abarcaron 16 pozos en la Cuenca Norte, tres en la Cuenca de la Meseta y seis en la Cuenca Sur.
Rockhopper Exploration había solicitado la prórroga de la concesión a mediados de septiembre, tras informar que los contratistas del proyecto "han llevado a cabo un extenso proceso de debida diligencia y garantía, y están a punto de llegar a un acuerdo final para proporcionar los fondos" con los que financiará la explotación.
Las firmas Borders y Southern Petroleum, a su vez, realizaron estudios iniciales de ingeniería y alcance comercial sobre el descubrimiento de condensado de gas Darwin en la Cuenca Sur de las Malvinas.
Su objetivo, detalló la FIG, es "demostrar que el descubrimiento de 200 millones de barriles es comercialmente viable" al comprobar las estimaciones de recursos a través de la perforación de evaluación y las pruebas de pozos, relacionadas con un futuro programa de perforación de exploración en la cuenca.