Además de monitorear el bloque de diputados que presidirá Maxi Ferraro, la chaqueña cuenta con el Instituto Hannah Arendt para mantenerse activa, desde donde lanzará sus siempre eficaces y mediáticas clases de stand up político. En realidad, Lilita no desea permanecer en la cámara baja en años donde se supone que el oficialismo tendrá mayoría para aprobar las leyes que proponga el Poder Ejecutivo, y lo suyo se trata en realidad de un repliegue estratégico.
Su idea es volver a la carga en dos años, cuando haya nuevamente elecciones parlamentarias. Lilita se despedirá de la conducción de su partido el fin de semana próximo, en un retiro espiritual que mantendrá junto a sus colaboradores a pocos kilómetros de su domicilio en Capilla del Señor.