"Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver para pacificar, pero es importante el diálogo nacional", dijo el ex mandatario en conferencia de prensa.
"Qué bueno sería un diálogo nacional, planteado desde aquí, abierto sin ser con agenda abierta, que participen (grupos) cívicos, políticos que han perdido las elecciones, movimientos sociales de los distintos sectores", agregó.
Morales advirtió que "va a ser difícil parar esta confrontación" y advirtió que "las balas no paran las marchas, no paran la insurrección, la rebelión de los pueblos", por lo que recomendó: "La única forma de parar es que nos sentemos a dialogar".
El ex presidente llamó a sus partidarios a no entrar "al juego de la derecha, que es la violencia", y pidió a las fuerzas armadas y de seguridad que "no se manchen con la sangre del pueblo".
Respecto a la situación institucional derivada de su renuncia, Morales subrayó que Áñez "no respetó la Constitución" al proclamarse presidenta al margen del parlamento, que no obtuvo quórum para tratar la dimisión del líder izquierdista y la sucesión.
"La renuncia debió ser aprobada o rechazada en el Legislativo; ayer aparece autoproclamada la presidenta, no respetó la Constitución, porque cualquier renuncia debe ser aprobada o rechazada, no hubo esa sesión", indicó. Apuntó que "si aceptaban la renuncia, entonces debía asumir la presidenta del Senado, (o) el presidente de la Cámara de Diputados" pero, a su juicio, "con represalias lo hicieron renunciar".
"Aparecen sin respetar la Constitución, la señora senadora (Áñez) es segunda vicepresidenta (del Senado), pueden inventar cualquier figura jurídica, pero no respetaron la Constitución", remarcó Morales, según resumieron la agencia de noticias EFE y el diario boliviano El Deber.
Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y las máximas autoridades del Senado y la Cámara de Diputados anunciaron sus renuncias el domingo pasado, cuando las protestas derivadas de las elecciones del 20 de octubre habían dejado tres muertos y cientos de heridos y detenidos.
Los dos primeros, junto a otros ex funcionarios, llegaron ayer a México, que aceptó darles asilo político. Horas después, Áñez se declaró presidenta del Senado e inmediatamente presidenta de la república en la sede del parlamento, después de que el Legislativo no reuniera quórum para tratar la renuncia de Morales y la sucesión en el Ejecutivo.