El caso está vinculado a las reformas que Odebrecht y otras constructoras realizaron en una casaquinta de la ciudad de Atibaia, propiedad de Jacó Vitar, un amigo de Lula que le prestó el lugar para pasar los fines de semana una vez terminada su gestión.
Lula fue condenado en diciembre del año pasado por corrupción pasiva debido a que la jueza Gabriela Hardt consideró que esas reformas formaron parte de una contrapartida por contratos billonarios de estas empresas con la estatal Petrobras, tal como acusó la Fiscalía de la Operación Lava Jato.