“A cien años de su nacimiento, superadas dilaciones y divisiones inconducentes para el bien común, cuando su figura y obra han alcanzado el justo valor trascendente que poseen para nuestro pueblo y para todos los pueblos del mundo con sed de justicia, solicitamos que nuestra Iglesia acompañe el sentir popular y la coloque en los altares oficiales para felicidad de nuestros fieles y santos”, argumenta la carta de la CGT.
En la misiva, los gremialistas consideran que “el renacimiento de la Argentina está cifrado en la recuperación de las fuentes espirituales de la nacionalidad” y que “circunstancias únicas nos vuelven a dar esa oportunidad”.