En el documento, que trata sobre la situación en Bolivia, omitieron hacer alusión al “golpe de Estado”, aunque enfatizó que “las Fuerzas Armadas siempre deben subordinarse a las instituciones del Estado y abstenerse de toda participación que vulnere el orden democrático”.
Sin embargo, destacaron la necesidad de cumplir con algunos preceptos legales que parecen ser más importantes que el golpe en sí: “Mantener el imperio de la Constitución es imprescindible, respetando la periodicidad de los mandatos y la división de poderes sin correrse un centímetro de la vía democrática".
Y seguidamente, refirieron que "ese no fue el camino elegido por Evo Morales y fue el inicio de la alteración del orden constitucional y democrático que hoy vive Bolivia”.
“Morales intentó una nueva reelección, que le estaba vedada por la Constitución; llamó a un plebiscito para poder hacerlo y desconoció el resultado adverso de ese referéndum. Se presentó a la elección y coronó estos hechos con la adulteración del resultado electoral", señalaron.