En el segundo trimestre, este resultado también había sido negativo por $2.327 millones. En el primero fue positivo con $13.207 millones. Con lo cual, en los primeros nueve meses del año la petrolera tuvo pérdidas netas por $23.023 millones.
En tanto, su resultado operativo bruto fue negativo por $30.625 millones en el tercer trimestre, gracias a un muy mal resultado en el negocio del upstream (-$40.209 millones) y un mejor desempeño en el segmento downstream (+ $5.504 millones) y un deteriorado pero aun positivo resultado en gas y energía ($920 millones, 58,5% menor que en igual período de 2018).
La compañía no redujo su nivel de inversión durante el trimestre, sino que lo incrementó un 50,7% interanual hasta alcanzar los $41.038 millones.
Entre enero y septiembre, YPF desembolsó un total de $111.496 millones, un 81,5% más que en igual período de 2018. Además, dejó previsiones para invertir $44.255 millones adicionales en los meses siguientes y reservó $2.500 para el pago de futuros dividendos.