El expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil Eduardo Cunha, impulsor del juicio político contra la expresidenta Dilma Rousseff, fue condenado a 15 años y 11 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco de la operación Lava Jato.
El juez Luiz Antonio Bonat, de un tribunal federal de la sureña Curitiba, aceptó la denuncia presentada por la Fiscalía y halló a Cunha culpable de haber solicitado y recibido coimas en contratos para la construcción de navíos sonda de la petrolera estatal Petrobras.
"En el caso de Eduardo Cosentino da Cunha, hubo adherencia, voluntaria y consciente, al recibimiento de ventaja indebida, a posteriori, cuando los contratos ya habían sido cumplidos con la entrega de los navíos sonda", destacó anoche Bonat en su decisión.
Esta se trata de la segunda condena dictaminada en el marco de las investigaciones de la Lava Jato contra Cunha, quien cumple actualmente una pena confirmada en segunda instancia de 14 años y 6 meses de arresto domiciliario por la pandemia del coronavirus.
Según la denuncia de la Fiscalía, el expresidente de la Cámara de Diputados exigió y recibió sobornos por 5 millones de dólares en los contratos para la construcción de buques sonda por parte de Petrobras.
Los investigadores estiman que en la trama se habría desviado unos 10 millones de dólares de las arcas públicas.
El magistrado consideró que hay "evidencias arriba de cualquier duda razonable" de que el expresidente de la Cámara de Diputados recibió cerca de 1,5 millones de dólares, además de haber solicitado ventajas indebidas para terceros, informó la agencia de noticias EFE.