El laboratorio estadounidense Moderna anunció este martes que un estudio preliminar de su vacuna contra el COVID-19 mostró altos niveles de anticuerpos en adultos mayores, el demográfico con mayor riesgo a la enfermedad. El estudio fue divulgado en la publicación científica New England Journal of Medicine, e indicó a su vez que los efectos secundarios registrados se asemejan a aquellos producidos por una dosis alta de la vacuna contra la gripe.
Los hallazgos son tranquilizadores porque la inmunidad tiende a debilitarse con la edad, manifestó en una entrevista telefónica el doctor Evan Anderson, uno de los investigadores principales del estudio de la Universidad de Emory en Atlanta.El estudio fue una extensión del ensayo de seguridad de Fase I de Moderna, que se llevó a cabo por primera vez en personas de entre 18 y 55 años. Probó dos dosis de la vacuna, de 25 y 100 microgramos, en 40 adultos de 56 a 70 años y de 71 años o más.
El equipo encontró que en los adultos mayores que recibieron dos inyecciones de la dosis de 100 microgramos con 28 días de diferencia, la vacuna produjo respuestas inmunes aproximadamente en línea con las observadas en adultos más jóvenes.
Moderna ya está probando la dosis más alta en un gran ensayo de fase III, la etapa final antes de buscar la autorización o aprobación de emergencia.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios, que incluían dolor de cabeza, fatiga, dolores corporales, escalofríos y dolor en el lugar de la inyección, se consideraron de leves a moderados.
Pero en dos casos los voluntarios tuvieron reacciones severas: uno llegó a los 39 grados de fiebre y el otro tuvo una fatiga tan severa que le impidió temporalmente las actividades diarias, detalló Anderson.
“Por lo general, los efectos secundarios ocurrieron poco después de recibir la vacuna y se resolvieron rápidamente (…) Es similar a lo que van a experimentar muchos adultos mayores con la vacuna contra la influenza de dosis alta”, agregó Anderson, quien indicó que esas personas “pueden sentirse mal o tener fiebre”.