La normativa contempla a restaurantes, resto-bares, confiterías, casas de comidas, y demás locales que se dediquen a expendio de alimentos y bebidas al público. Fue presentada por el edil Aldo Pedro Poy y la sostiene desde la necesidad de adoptar nuevas tecnologías al servicio de la comunidad generado por la pandemia del coronavirus.
En el proyecto, se especifica que los consumidores podrán acceder al menú a través un código QR que deberá estar disponible al público en las mesas de dichos establecimientos. Quedan exceptuados los platos del día y aquellas promociones cuya vigencia no sea permanente.
En ese orden, los comercios comprendidos tendrán un un plazo mínimo de 180 días para adaptarse a la norma. “Las medidas y condiciones que los establecimientos deben tomar son con el fin de tener las distancias y minimizar los riesgos de contagio”, señaló Poy.
Para el edil, “disponer de sistemas que permitan reducir las posibilidades de contagio son más que nunca importantes. Mantener distancias, pago con QR o sin mediar contacto para evitar el pago en efectivo o minimizar el manipuleo de cartas y menús físicos por las mesas son medidas que resultan pertinentes en contextos como el que estamos viviendo”, agregó.
Por su parte, “implementar una carta digital le permitirá a los restaurantes y bares la posibilidad de actualizar los menús y precios de manera ágil y poder brindarles a los usuarios dicha información de manera cómoda debido a que podrán acceder desde sus propios sus dispositivos”, y además “les permitirá a los comercios compartirlos en sus redes sociales aumentando la visibilidad de su negocio”, también expuso el concejal.
