Entre otras facultades, la medida declarada el 31 de enero de este año y luego prorrogada, permite disponer el cierre de fronteras y la prohibición de vuelos desde y hacia los países a los que Italia considere en riesgo epidemiológico.
Hasta el momento, 35.894 personas murieron en Italia por el coronavirus y otras 51.263 se mantienen aún positivas de la enfermedad en todo el país, según los últimos datos del ministerio de Salud.
Por la pandemia, que afectó especialmente al Norte del país en marzo y abril, la economía italiana podría caer hasta un 9.3% durante 2020, según las estimaciones oficiales.
Desde mediados de septiembre, Italia autorizó el inicio del ciclo lectivo pese a un aumento leve de los casos diarios que el Gobierno considera «bajo control». Los casos se mantienen por debajo de los 2.000 por día desde la apertura de fronteras interiores y europeas del 3 de junio.