La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió ayer a los países que tienen vacunas contra el coronavirus que no se las administren a los niños y adolescentes, sino que las destinen al mecanismo Covax, que procura garantizar un acceso equitativo a las dosis para los países de medianos y bajos ingresos, y advirtió que el segundo año de la pandemia “está matando más gente que el primero”.
"Entiendo que algunos países quieren vacunar a sus niños y adolescentes, pero los insto a reconsiderarlo y a dar vacunas a Covax", pidió el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en conferencia de prensa.
El mecanismo Covax, que la OMS gestiona junto a fondos privados, se quedó sin buena parte del suministro de vacunas que esperaba en el segundo trimestre del año porque países como India, que fabrica la mayor parte de ellas, decidieron prohibir las exportaciones ante la necesidad de producir para su propia población en medio de un estallido de contagios.
Esta no es la primera vez que Tedros apunta a los países más desarrollados por su intención de vacunar lo antes posible a la mayoría de sus habitantes, sin tener en cuenta que los menores son muy poco propensos a caer enfermos a causa de la Covid-19, y a contagiarlo.
"En septiembre pasado ya advertimos sobre la amenaza del nacionalismo de las vacunas y algunos dijeron que estábamos siendo alarmistas", expresó Tedros y reseñó que más tarde, en enero, vaticinó una "catástrofe moral".
"Desafortunadamente, ahora estamos siendo testigos de este juego. En un puñado de países ricos, que compró la mayor parte del suministro de vacunas, ahora se están vacunando grupos de menor riesgo", afirmó el director de la OMS, que alertó que en las naciones de ingresos bajos y medianos bajos “el suministro de vacunas no ha sido suficiente ni siquiera para inmunizar a los trabajadores de la salud".