Rosario Central empató esta tarde ante Arsenal de Sarandí en el estadio Julio Humberto Grondona. Los goles del encuentro fueron convertidos por Lomónaco y Ruben, ambos en la primera etapa. El árbitro Darío Herrera fue influyente en el resultado del partido, anuló un gol válido a Ruben y omitió al menos una mano dentro del área que podrían haber sido penales para el Canalla.
Le costó a Central acomodarse defensivamente en el comienzo del partido. El arquero y sus defensores nunca conectaron, dudaron siempre y otorgaron ventajas. De una de esas oportunidades llegó la apertura del marcador, desbordaron por derecha, llegó el centro pasado, la pelota fue devuelta al medio con un cabezazo, Almada se agachó y Lomónaco sometió a Servio que hizo lo peor que puede hacer un jugador en su puesto, dudar entre salir y quedarse.
Central no encontraba fútbol, no recuperaba, no desbordaba por las puntas, salvo con alguna subida de Blanco. Martínez, extrañamente contenido nunca subió por su lateral, y Montoya ya no es aquel del Central del Chacho que hacía la banda, ahora se tira más al centro con marcada tendencia a cerrarse. Vecchio y Ruben habían propuesto con centro desde la izquierda y justo llegaron a cubrir al goleador auriazul.
Pero el Canalla pudo llegar al empate gracias a la misma fórmula y un preciso tiro libre ejecutado por Vecchio, que en el camino encontró la cabeza de Ruben, que tal su costumbre, casi de palomita facturó para poner las cosas 1 a 1. Fue muy pobre de todas formas la actuación del elenco del Kily, desacoples defensivos y poca conexión en ataque. Lució lento, impreciso y previsible.
La segunda etapa fue chata, de bajo vuelo y con Central buscando ser protagonista. Con empuje pero sin fútbol, el visitante fue acorralando al local contra su arco. Mereció algo más y de hecho lo produjo, pero el árbitro Darío Herrera lo terminó perjudicando con creces. Le anuló un gol a Marco Ruben y omitió al menos un penal, y decimos al menos porque la pelota estaba empecinada en estrellarse contra las manos de los jugadores de Madelón.
Herrera decidió a instancias del juez de línea anular una conquista por una supuesta obstrucción dela visión al arquero por un jugador que presuntamente estaba en offside, en un fallo polémico, rebuscado muy propio de VAR, que todavía no se aplica en el fútbol argentino. Luego omitió al menos dos manos en el área una pasable, pero la otra muy clara.
Con poco, Central mereció llevarse una victoria de Sarandí. Al conjunto rosarino le falta rodaje, ritmo y juego. Su entrenador empezó a mechar algunos pibes, y faltan sumar al primer equipo algunas de las incorporaciones, quizás ahí pueda tener algo más de dinámica y poderío ofensivo. Arsenal salió último el torneo pasado, no tiene mucho y hoy era sin dudas un rival a superar. Vendrá Vélez a Arroyito, sin dudas una prueba mucho más exigente.
FOTO ROSARIO CENTRAL