El gobierno de Estados Unidos rechazó un pedido de 18 legisladores demócratas para terminar con la aplicación de “sobrecargos” a las tasas de interés que cobra el Fondo a países que, como la Argentina, tienen saldos deudores altos y prolongados (superiores a los 3 años).
El Fondo cobra a los países de ingresos medios y bajos recargos significativos a los préstamos más grandes que se demoran en el pago de sus deudas.
Argentina, que se espera que gaste unos 3.300 millones de dólares en recargos de 2018 a 2023, viene pidiendo en Washington y todos los foros internacionales repetidamente un alivio de los recargos dada la crisis de COVID-19, pero los miembros del directorio ejecutivo del FMI no están por ahora dispuestos a tratar este tema.
El rechazo es expreso en una carta del Jonathan Davison, secretario asistente del Departamento del Tesoro para Asuntos Legislativos, según publicó la agencia Reuters.
El FMI estimó que los países deudores del Fondo pagarán en total unos USD 4.000 millones de “sobrecargos”, por sobre la tasa original que aplica el organismo, desde el inicio de la pandemia hasta fines de 2022.
Davidson les dijo a los legisladores demócratas que pidieron eliminarlos, que esos sobrecargos tienen como objetivo cubrir a los socios del Fondo del riesgo involucrado en los grandes créditos concedidos a algunos países, pero que no se aplican a los países más pobres.
Además, Davidson agregó que los préstamos que hace el Fondo tienen tasas bien inferiores a las de mercado.