Serguei Lavrov, llamó hoy a la OTAN y Estados Unidos a dejar de enviar armas a Ucrania si realmente les interesa resolver la crisis entre ambos países, en guerra desde el 24 de febrero último. En una entrevista publicada este sábado por la agencia de noticias estatal china Xinhua, Lavrov afirmó que la ofensiva rusa en Ucrania se desarrolla "conforme los planes".
"Un flujo continuo de armas de todo tipo ingresa a Ucrania a través de Polonia y de otros países de la OTAN", lamentó Lavrov.
"Si Estados Unidos y la OTAN realmente están interesados en resolver la crisis ucraniana, lo primero que deben hacer es despertar y dejar de enviar armas y municiones al régimen de Kiev", agregó el jefe diplomático ruso, según la agencia AFP.
Unos 40 países se reunieron el martes en Alemania para coordinar una aceleración de los suministros de equipos militares reclamados por Kiev.
Estados Unidos y Ucrania aseguran que ha habido atrasos en la ofensiva rusa en la región esteña del Donbass, cuya conquista total se ha vuelto prioridad para Moscú, pero Lavrov sostuvo que los avances rusos marchan como estaba previsto.
"La operación militar especial que inició el 24 de febrero se está desarrollando en estricta conformidad con el plan. Todos los objetivos de la operación militar especial serán alcanzados a pesar de la obstrucción de nuestros adversarios", aseguró.
El 24 de febrero Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.
Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.