Lanús derrotó esta noche a Rosario Central por 3 a 1. Se lo ganó con goles de López, Valeri y Maxi González, a poco del final para el Canalla descontó Benítez. Con este resultado, el vencedor en la Fortaleza pasó la línea del conjunto auriazul y lo complica seriamente.
Central no jugó un mal primer tiempo, de a ratos no fue menos que Lanús, pero pagó demasiado caro un error defensivo, como le viene pasando últimamente y se fue en desventaja a los vestuarios gracias a un gol de López, tras un error garrafal de Almada, que dudó entre marcar y no hacerlo y esto lo supo aprovechar Sand por izquierda para poner un pase exacto al pie de su compañero que solo tuvo que empujarla.
Sin ser superior, los de Somoza al menos habían logrado mantener a Lanús lejos de Servio, más por mérito ajeno que propio, el local solo había llegado con un disparo desde afuera del área de Aguirre que se estrelló del travesaño. Algún disparo desde afuera por parte de los Canallas que habían generado algún revolcón de Monetti sin que nadie pueda aprovecharlo.
Central es un equipo de mandíbula frágil, cuando recibe el primero golpe se cae y no logra levantarse. Los rendimientos individuales y colectivos se ralentizan, se hacen previsibles en general son contrarrestados por la defensa rival. Sin sorpresa, sin rebeldía ante la adversidad, sin poder ofensivo es difícil torcer el rumbo. Un equipo que no maneja el partido y corre siempre atrás de la pelota es blanco fácil para cualquier rival.
Incluso aquel equipo del Kili González mostraba otra actitud ante la adversidad, hoy es un elenco sin alma, sin reacción, que no se cansa de perder. El pobrísimo estado físico de la mayoría de sus jugadores está por debajo del resto de los planteles que compiten en la categoría. Daría la impresión de ser gente de 40 años jugando contra pibes de 20. Anda en cuarta con freno de mano puesto, y así no se puede jugar al fútbol profesional.
El conjunto de Somoza logró arrinconar a Lanús contra su arco en los primeros '13 de la segunda etapa, ocupando al menos campo contrario, en la primera que el local salió, una combinación entre Sand, Acosta y Valeri terminó con el segundo gol Granate, casi un gol retro, del Lanús de otra década.
Después Central siguió insistiendo con poco fútbol y poco juego, desde una actitud posicional sobre todo, pero el gol se le niega. Gamba probó de afuera, la pelota rebota en un defensor y pega en el palo de Monetti. Ni una se le iba a dar al parecer al Canalla.
Lanús consiguió el tercero, Martínez se durmió en un córner, perdió la marca y un pibe de 17 años la martilló de cabeza y venció nuevamente a Servio. La endeblez de la defensa es indisimulable a esta altura, no importa quien juegue, cada uno que ingresa lo hace peor que el que sale.
Perdiendo 3 a 0 Somoza sacó al "Pupi" Ferreyra y puso doble cinco, con Tanlongo y Yacob, sin embargo el supuesto "error táctico" le dio resultado, porque llegó el descuento por intermedio de Benítez, que aprovechó un centro que lo encontró solo en el área chica.
Central sigue padeciendo el torneo, hoy quedó último, necesita que termine a la mayor brevedad posible, tiene que dejar de perder, eso a la larga en algún momento se paga en los promedios. No estaría de más jugar con doble 5 o un clásico 4-4-2 para cortar la sequía de puntos.
La cancha el sábado ante el Rojo será un infierno, justo con un rival que de llamas, sabe demasiado. De acumular una nueva derrota, Somoza estará en la cuerda floja y no habría que descartar una salida anticipada, sacó 1 de 12 hasta ahora y 1 de 15 sería la casi un telegrama de despido.
FOTO ROSARIO CENTRAL