Vladimir Putin estaría atravesando un problema de salud que no le permitiría realizar con normalidad sus labores. La noticia fue confirmada por el medio británico The Sun, que asegura que el mandatario ruso padece un Párkinson y una enfermedad de diagnóstico peligroso.
En un artículo publicado durante la última semana, el centro de investigación Robert Lansing señaló que la salud de Putin empeoró de forma acelerada y generó la duda sobre si el presidente sería capaz de continuar en sus funciones en el segundo semestre del año.
“La estimación coincide en que el régimen está a punto de cambiar en el invierno de 2022-2023. De lo contrario, el Kremlin corre el riesgo de ser dirigido por un hombre discapacitado, con un grupo despersonalizado de personas gobernando el país”, indica el comunicado.
La institución obtuvo la información de los grupos de presión rivales a Moscú, quienes señalaron que el mandatario comenzó a pasar situaciones difíciles de salud desde fines de 2020, aunque fue en septiembre de 2021 cuando se hicieron evidentes.
“El período entre los primeros signos y los indicadores visibles del problema, significa que la enfermedad está progresando con bastante rapidez”, señala el reporte y asegura que Putin se ve obligado a consultar a sus médicos varias veces a la semana.
Las señales sobre el deterioro de la salud de Putin, según indicaron, se registraron cuando intentó controlar un vaso con dificultad el último abril durante una reunión con su homólogo bielorruso Alexander Lukashenko.
Además, en un encuentro con el ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu, llamó la atención ver su mano apoyada al escritorio, tratando de ocultar los temblores de la enfermedad neurogenerativa, además de un leve movimiento en las piernas. El centro de investigaciones consideró a ambos síntomas como la etapa tres de la afección.
