Luego de que en la última sesión de la Cámara baja Juntos por el Cambio lograra juntar los votos para el emplazamiento de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, con el fin de tratar los proyectos de Boleta Única, se convocó a un primer plenario para este miércoles a las 10, en el marco de un cronograma de reuniones que finalizaría tentativamente el 31 de mayo.
La convocatoria se lanzó luego de que se constituyeran las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia, ambas en manos de oficialistas: Hernán Pérez Araujo por la primera y Rodolfo Tailhade por la segunda (ambos fueron reelectos).
El Frente de Todos rechaza la iniciativa opositora, y defiende el actual sistema de votación con boletas impresas de papel, con las listas completas de candidatos.
Pero la oposición podría dar el golpe si Juntos por el Cambio consigue sumar al interbloque Federal en un dictamen unificado que supere en cantidad de firmas al del Frente de Todos.
De un recuento provisorio se desprende que la oposición, si suma todas sus voluntades, sacaría una pequeña luz de ventaja sobre el oficialismo, aunque en el marco de un escenario de extrema paridad.
No obstante, al Frente de Todos lo tranquiliza el hecho de que en última instancia la iniciativa rebotaría en el Senado porque allí la bancada oficialista haría valer su ajustada mayoría.
Días atrás, la vicepresidenta Cristina Fernández cuestionó abiertamente la iniciativa opositora con una serie de argumentos atendibles, alegando que el sistema de Boleta Única solamente presenta en la papeleta al primer candidato de la alianza electoral por cada una de las categorías y esconde a todos los candidatos que se sitúan por debajo en las listas.
Buena parte del peronismo (durante el Gobierno de Mauricio Macri los gobernadores del PJ voltearon la reforma de la Boleta Única Electrónica que impulsaba Cambiemos), y los diputados del PTS también rechazan el sistema de votación propuesto por Juntos por el Cambio.
En la oposición argumentan que el sistema otorga mayor transparencia, simplicidad a la hora de elegir, democratiza el sufragio por las mayores posibilidades de realizar combinaciones con votos cruzados (dado que el sistema de las listas sábana desalienta el famoso "corte de boleta") y por último, pero no menos importante, termina con las suspicacias sobre presuntos "negocios" con la distribución y comercialización de las papeletas, además de minimizar las chances de fraude electoral.