El flujo comercial entre Brasil y Argentina alcanzó los US$ 2.420 millones en julio y marcó un déficit para la Argentina de US$ 370 millones, el más alto desde junio de 2018, que estuvo impulsado entre otros factores por un fuerte aumento en la importación de combustibles y energía del país vecino.
El dato responde a un aumento de las importaciones por encima de las exportaciones (39,1% i.a. frente a 12,1% i.a.), algo que se evidenció en todos los meses del año con excepción de mayo y que significó un deterioro en relación con los resultados del primer semestre de este año (US$ 225 millones promedio de superávit), según datos de la consultora Abeceb.
Puntualmente, las importaciones desde Brasil alcanzaron los US$ 1.395 millones en julio, con una participación destacada del sector automotor: vehículos de pasajeros creció 115,5% i.a., mientras que partes y accesorios para vehículos automotores lo hizo 58,2% i.a, ítems que explicaron el 21,7% de las importaciones totales.
Por su parte, la importación de combustibles de petróleo o minerales bituminosos (excepto petróleos crudos) volvió a mostrar un importante incremento interanual, explicado por la mayor necesidad de importar energía durante el invierno, así como por el notable aumento de precios en relación con el año pasado.
Las compras de este ítem pasaron de US$ 2,8 millones en julio de 2021 a US$ 58,5 millones en igual mes de 2022 (+ 1.989% ia).
Las exportaciones a Brasil alcanzaron los US$ 1.025 millones, que representó el valor más bajo desde marzo de 2022, y una importante caída en relación con el promedio de los últimos dos meses (USD 1.284 millones; -20,2%), señaló Abeceb.
"En el desagregado, todos los productos de mayor participación en el total crecieron por encima de la media, salvo vehículos a motor para el transporte de mercancías y usos especiales que se contrajo 26,9% i.a", detalló la consultora en su último informe de comercio con Brasil.
Entre aquellos que subieron se destacó el comportamiento de trigo y centeno, sin moler que creció 67,5% i.a., seguido por vehículos de pasajeros (+34,9% i.a.), motores de pistones y sus partes (+30,7% i.a.), y partes y accesorios para vehículos automotores (+27,2% i.a.), que representaron poco más del 55% de las ventas a Brasil.
De esta manera, el déficit comercial bilateral acumulado hasta julio fue de US$ 1.719 millones, mientras que en el mismo período del año pasado había sido de US$ 484 millones, consecuencia de importaciones que aumentaron el doble que las exportaciones (34,2% i.a. vs. 16,8% i.a.) en lo que va del año.
La expectativa para el resto del año, señaló la consultora, es que el déficit comercial bilateral cierre en torno a los US$ 3.000 millones, dado que las importaciones continuarían creciendo por encima de las exportaciones.