"Esta técnica puede predecir cómo responderán las pacientes a determinados tratamientos, lo que permite evitar efectos secundarios innecesarios y ahorrar costes", afirma Johan Hartman, del departamento de Oncología-Patología, quien no obstante señala que se necesitan estudios confirmatorios más amplios, pero "vemos que el concepto funciona", asegura.
Su descripción se publica en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Ahora se dispone de varios fármacos diferentes para el tratamiento del cáncer de mama, relata un comunicado del Karolinska, pero la enfermedad es compleja y no a todas las pacientes les ayudan los mismos fármacos o todos ellos.
La secuenciación del ADN, por ejemplo, permite obtener cierta información sobre el tratamiento del que se beneficiará una paciente. Sin embargo, en muchos casos no es posible saber si ayudará o no a una paciente concreta, por lo que se necesitan mejores métodos para predecir cómo responderá.
El método que han desarrollado los investigadores del Karolinska se basa en aislar y cultivar no solo células tumorales, sino también las llamadas células de soporte de pacientes con cáncer de mama.