Investigadores del Conicet trabajan en pruebas en modelos experimentales (fase pre-clínica) de una nueva vacuna antitumoral. Esto ocurre tras conseguir la diferenciación de un tipo celular (célula dendrítica) capaz de generar una fuerte respuesta inmune in vitro.
Según lo revelado por Jorge Geffner, investigador del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA, a Télam, "lo novedoso del trabajo fue que logramos obtener células dendríticas a partir de la diferenciación de monocitos (como se hace en muchos laboratorios) pero dotadas de una capacidad inmunogénica realmente muy alta; en otras palabras, logramos obtener células que manifiestan una gran capacidad de despertar una respuesta inmune".
"Estas células dendríticas mostraron un alto nivel de refractariedad frente a la acción de mediadores inmunosupresores, es decir de resistencia frente a aquellos mediadores que suprimen la respuesta inmune", siguió Geffner.
A la hora de detallar sobre las células dendríticas, detalló: "Son células que se encuentran en el organismo, aunque también se pueden obtener y cultivar en un laboratorio, como hacemos nosotros. Estas células representan el motor y el cerebro de la respuesta inmune adaptativa, no son un tipo celular más".
El investigador desarrollo sobre el rol que tienen: "La respuesta inmune adaptativa (específica frente a un patógeno o un tumor) requiere de la activación de los linfocitos T, y la activación de éstos depende en forma absoluta de las células dendríticas.
Las vacunas actuales lo que hacen es introducir en nuestro organismo un antígeno o inmunógeno. Luego, las células dendríticas toman el antígeno y se lo presentan y activan a los linfocitos T".
En base a su testimonio, la diferencia que buscan aportar con la vacuna es que la célula dendrítica ya esté "cargada" con el antígeno, lo que generaría una mejor respuesta.
"Los ensayos que hemos realizado tuvieron resultados muy prometedores, pero aún reflejan solamente ensayos realizados in vitro", detalló Geffner.
