Los franceses se manifiestan hoy contra la impopular reforma jubilatoria a la espera del fallo que dará mañana el Consejo Constitucional, en medio de un operativo policial en París para "proteger" al edificio en el que funciona la institución judicial que decidirá sobre la validez de la iniciativa impulsada por el presidente Emmanuel Macron.
Si bien las autoridades esperan que la convocatoria de hoy sea menor a la de anteriores protestas, temen que igualmente haya incidentes por la inminencia del fallo que determinará si el Ejecutivo puede avanzar o no con su plan.
En ese sentido, el prefecto de la Policía de París, Laurent Nunez, indicó a la emisora RMC que hay puntos estratégicos que serán "protegidos" de una forma particular por las fuerzas de seguridad.
"Evidentemente, será el caso del Consejo Constitucional y de otros sitios sensibles en el itinerario" de la marcha, explicó citado por la agencia de noticias Europa Press.
Los sindicatos y una mayoría de los franceses, según los sondeos, quieren que el Gobierno dé marcha atrás a retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y a adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.
Pero Macron se niega.
"El país debe seguir avanzando", dijo ayer desde Ámsterdam, donde anunció que propondrá una reunión a los actores sociales para ver cómo "seguir adelante" independientemente de la decisión del Consejo Constitucional.
Más allá de la reforma que quiere ver en vigor en los próximos meses, el mandatario de 45 años se juega poder aplicar su programa durante su segundo mandato hasta 2027.